La galería Ponce + Robles que celebra sus 50 años en el galerismo (30+20) y con el objetivo de abrir su espacio a nuevos artistas, han preparado un programa único, que se extenderá a lo largo del año y que consta de cuatro exposiciones, cada una hace referencia a un elemento de la naturaleza, y el hilo conductor es el regreso a los orígenes. La muestra se lleva a cabo bajo el comisariado de cuatro curadores: David Barro (España) “Tierra”, Susanna V. Temkin (Estados Unidos) “Agua”, Pily Estrada (Ecuador) “Fuego” y Tiago de Abreu (Brasil) “Aire”.
La memoria del agua, comisariada por Susanna V. Temkin –comisaria del Museo del Barrio de Nueva York-, da nombre a la segunda de estas cuatro exposicionesy el título hace referencia a la teoría del inmunólogo francés Jacques Ben- veniste,sobre la capacidad de este elemento para retener la “memoria” a nivel molecular; La propuesta del científico reavivó el interés en las posibilidades metafísicas del agua, particularmente en lo relacionado con la curación y el recuerdo, según explica la comisaria de la exposición.
En cuanto a los artistas que forman parte de La memoria del agua, la muestra cuenta con la puertorriqueña Frances Gallardo, quien explora la naturaleza de los huracanes, poderosos sistemas de agua y viento con los que está íntimamente familiarizada. Así, los huracanes que nunca tuvieron nombre están presentes a través de trabajos con base textil –bordado de algodón y seda sobre lino-, y toma prestado nombres de tormentas tropicales para bautizar obras realizadas en collage en papel.
Con la instalación ¡Splash! ¡Splosh! ¡Ba-wooosh! del madrileño Raúl Díaz Reyes, el artista pone de manifiesto cómo el agua y la experiencia de lo líquido dan forma al lenguaje. La obra está compuesta por el desarrollo de signos gráficos, tallados en madera, que invocan representaciones tanto simbólicas como pictóricas de goteos, gotas, salpicaduras y otros comportamientos líquidos para recordar al espectador sonidos imaginados.
Por su parte, la artista Lina Puerta (New Jersey) para quien el cuerpo es un paisaje acuático, su escultura Island of Langerhans, emite un goteo pacífico. La pieza presenta agua corriente que se bombea a través de un entorno natural fantasioso y falso creado a partir de materiales encontrados, plantas artificiales y porcelanas hechas a mano dentro de una maleta vintage.Con ella, la artista traza un paralelismo con el páncreas humano en el que varias células parecen flores, destacando así su idea de la interconexión del cuerpo con la naturaleza.
Evelyn Rydz (Miami) utiliza el agua como parte de su práctica artística, recurriendo a los ríos y océanos como fuente pictórica y material físico. La obra a gran escala Oceans Together/Apart de esta artista multidisciplinar, se compone de fotografías ensambladas para simular el flujo del agua a través del suelo de la galería. Recortadas de diversas formas, cada fotografía refleja la su- perficie de cuerpos de agua de todo el continente americano.
La fotógrafa Génesis Báez (Boston, 1990) expresa un interés formal por el agua en sus formas mutables, capturándola en algunos de sus estados más efímeros, como la niebla, el aliento, las nubes y el rocío. Entre las propuestas de la artista está el cortometraje Holding Water, donde se exploran los conceptos de memoria, preservación y nostalgia, y donde a pesar del título, no muestra agua. A medida que las voces del audio cuentan historias personales, los fragmentos parecen convertirse en agua.
Artistas: Génesis Báez, Evelyn Rydz, Lina Puerta, Raúl Díaz Reyes, Frances Gallardo
Fechas: hasta el 15 de julio de 2021
Lugar: galería Ponce + Robles
Etiquetas: Evelyn Ridz, Frances Gallardo, galería Ponce+Robles, La memoria del agua, Lina Puerta, Raúl Díaz Reyes, Susanna V Temkin Last modified: 19 mayo, 2021
