Recuerdo perfectamente el día que adquirí el libro “Terra” de Salgado. Fue un regalo de un gran amigo que por aquel entonces vivía en Brasil y me consiguió un ejemplar de este libro de culto. Con textos de José Saramago, aún hoy en día continúa siendo uno de esos libros de cabecera de mi biblioteca, esas imágenes que se necesitan revisitar de vez en cuando para no olvidar lo mucho que aún nos queda por aprender y disfrutar a los que nos dedicarnos a esta profesión. Yo por aquel entonces, daba mis primeros pasos en fotografía y aquellas imágenes me acompañaron en muchas reflexiones acerca de la búsqueda de aquel ser que queremos ser, fotográficamente hablando.
Ningún otro trabajo de Salgado me emocionó tanto como “Terra”. Desde mi humilde opinión, el más completo, puro y humano de los que le conozco. Entre mis imágenes preferidas de siempre, hay una de este libro tomada en Serra Pelada (Brasil) en 1986, en la que un trabajador de color con el torso semidesnudo y musculado coge amenazante por el cañón el rifle de un militar que parece apuntarle. Muchas veces, cuando me pregunto qué elementos debe contener una imagen para hacerla buena, recurro a esta. Para mi contiene muchos de los aspectos que valoro en fotografía documental: la mirada sincera y sin artificios, el estar en el lugar oportuno en el momento preciso, la estética y encuadres perfectos, la cercanía, la implicación con la causa… pero mucho más allá y más importante que todo esto, la historia que nos cuenta, la necesidad de detenerte en cada detalle que la imagen te va revelando sutil y lentamente. Imágenes que generan preguntas y mueven emociones. No puedo evitar emocionarme cuando un fotógrafo consigue alinear en el aquí y ahora fotográfico estos tres elementos: la estética, la técnica y la emoción humana, esa coherencia fotográfica o que también podríamos llamar genialidad, es algo a lo que todos aspiramos. La magia es que se consigue en contadas ocasiones, incluso para autores geniales.
Y esa magia de la que hablo para mi fue patente en “Terra”, si bien es cierto que ya no la encontré igual en posteriores trabajos de Salgado, que en mi opinión se ha sustentado mucho más en la estética, en el atractivo visual de las imágenes. Pero “Terra” sin duda para mi, es una obra de referencia.
Susana Girón Graduada en Fotografía y Artes Visuales en la UMH. Realiza una fotografía documental y de reportaje de autor comprometida, que tiene como objetivo dar visibilidad a lo cotidiano, reivindicando la importancia de historias anónimas. Ha publicado en medios como El País, GEO, CNN, Le Figaro, Polka, Terra Mater o Days Japan. Entre sus exposiciones figuran Legados, celebrada en Tucumán durante la Bienal Argentina Documental de 2012, y Fe, pasión y destino, proyecto ganador del premio Internacional Fototraballo 2011. Además ha obtenido 3 Menciones de Honor en los IPA (2012/13), finalista en los Premios Sony WPO 2012 y ganadora del Premio Nacional de Periodismo Doñana 2013.
Etiquetas: Caramel Films, Sebastião Salgado, Susana Girón Last modified: 24 octubre, 2014
[…] Susana Girón […]