Del 9 de marzo al 29 de septiembre de 2013. MUSAC, León
Tenemos la oportunidad de ver la obra de la artista rumana Geta Brãtescu por primera vez en España de la mano del MUSAC y el Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Rumanía (MNAC). La exposición titulada ‘The Artist’s Studios’ (Los talleres de la artista), comisariada por Magda Radu, nos muestra una visión de las investigaciones de Brãtescu sobre los límites y posibilidades del arte, en los que destaca su enfoque multidisciplinario y metodología, así como la profundidad de su pensamiento intelectual.
Así nos explican desde el MUSAC la exposición: “Los entornos de trabajo forman el núcleo sobre el que está estructurada la exposición: el estudio-taller, el espacio industrial (la fábrica de calderas, la imprenta) y, de forma más general, la topografía del espacio mediterráneo, que representa uno de los pilares fundamentales de la serie Medea (1980). A estos entornos / “mundos”, tal y como la artista los denomina, circunscribe su actividad. Los coloniza mediante su presencia y, al mismo tiempo, permite que la corrompan/moldeen, lo que desemboca en dibujos de fragmentos de realidad dentro de la órbita de su arte. La constelación de obras que giran en torno a la temática del taller pone de manifiesto la tendencia de la artista a reflejarse en la esfera del arte de una forma casi literal, produciendo obras que cuestionan las convenciones, herramientas y marcos del arte, así como su propia implicación en el proceso.
A través de una restricción gradual de la relación con el mundo que la rodea y, al mismo tiempo, una reducción de las herramientas artísticas al mínimo indispensable, Geta Brãtescu llega inevitablemente al análisis fenomenológico, psicológico y artístico de sus propias manos. Su filme experimental The Hand of my Body (1977) es el ejemplo más conocido de este fenómeno. En él, sus manos trabajan o, más bien, “bailan” sobre la mesa de trabajo, absortas en su propia coreografía. La artista se refiere a la superficie de trabajo como un “campo de acción” y en dicho espacio sus manos entran en contacto con un “orillo de objetos”, cogiéndolos uno a uno para abandonarlos poco después. La imaginación transforma los objetos en personajes y la mesa de trabajo se convierte en un paisaje, por lo que no es del todo inapropiado compararlo con un juego de mesa.
En el caso de Geta Brãtescu, este tipo de performance –un juego febril sin sentido como fase previa a la obra– representa un “campo” de reflexión, un acto artístico en sí mismo que se corresponde con una actitud que, en parte, renuncia al orgullo de crear, pero que nunca pierde la fe en la forma, en el sentido de una “forma que es consciente de –y nos hace partícipes de– su propia formación”, tal y como lo describe Jean-Luc Nancy. El montaje consiste en nueve fotografías con secuencias del happening Toward White (1976) y plasma las distintas fases de la metamorfosis a través de la cual el cuerpo de la artista y el espacio circundante se envuelven en una capa de material blanco que termina por cubrirlos por completo. Mientras que en el filme de las manos de la artista la mesa de trabajo era un campo en el que se manifestaba el “juego”, en la serie Toward White la mesa (con todas las “herramientas” desperdigadas por su superficie) es mucho más que eso. Se convierte en una sinécdoque del taller, cuyo papel es el de representar la totalidad del espacio y las obras contenidas en él. La mesa de trabajo como tal (empleada para escribir, dibujar, recortar, montar, pegar, etc.), con todas sus connotaciones, se ha mezclado, fusionado con el cuerpo de la artista.”(…)
Si queréis saber más sobre esta artista, el MUSAC en colaboración con el MNAC y el ICR (Instituto Cultural Rumano) han editado una publicación online que podéis descargar sí pincháis aquí.
Etiquetas: Geta Brãtescu, MUSAC Last modified: 9 noviembre, 2022