Desaprender para volver a ver y así ser capaz de separar la pintura de la servidumbre de la imagen. Estas palabras pueden resumir la idea que gira en torno al último trabajo de Álvaro Negro, Todo lo que el cuadro sabía, y que presenta en el CAB de Burgos, una pintura en la que el proceso creativo conforma su esencia, un reencuentro con la tradición artística europea desde la evocación espiritual.
Todo lo que el cuadro sabía alude a la propia voluntad de la obra, a su formalización estética y al rumbo que la pintura sigue hasta que comienza a conformarse. Como señala Álvaro Negro: Es el cuadro el que decide el formato, el soporte, el color, la textura, hasta que empieza a vislumbrarse. Pero, además de esto, el trabajo del pintor es esencial en cuanto al tratamiento de la luz -uso del claroscuro-, la aplicación de la pintura -superposición de capas y capas- así como la creación de una atmósfera sutil a base de delicadas veladuras, siendo capaz de generar una ilusión espacial única. Así, la pintura de Álvaro Negro requiere una mirada serena, exigiéndonos concentración al contemplarla para poder establecer así un vínculo no solo con la obra sino con el gesto del artista, sin olvidarnos de su relación histórica con la pintura europea del Renacimiento y el Barroco.
Este trabajo del artista es en sus propias palabras, una posición estética que asume el desarrollo creativo desde lo existencial, y arranca con La presencia pictórica como motivo, un proyecto realizado por Álvaro Negro como residente en la Real Academia de España en Roma, y que supuso la inauguración de un nuevo ciclo pictórico que está en pleno progreso.
La exposición en el CAB plantea una revisión coral de este período con la intención de mostrar los lazos entre lo contemporáneo y lo histórico y, por extensión, entre dos culturas tan entretejidas como la italiana y la española.
Artita: Álvaro Negro
Fechas: hasta el 24 de enero de 2020
Lugar: CAB, Burgos