La Sala Alcalá 31 presenta “Todo lo que veo me sobrevivirá”, una exposición dedicada a la producción de la década de los noventa de Juan Muñoz, uno de los artistas europeos más importantes de la segunda mitad del siglo XX.
Un homenaje que se celebra en la Sala Alcalá 31 y el Museo Centro de Arte Dos de Mayo a través de una doble exposición, comisariada por Manuel Segade con la colaboración del Juan Muñoz Estate, que recorrerá la intensa trayectoria de Juan Muñoz, precisamente en el año en el que se cumplen 70 años del nacimiento de este artista.
La exposición de la Sala Alcalá 31 reúne algunas de sus piezas más icónicas, fechadas entre los años 90 y 2001, año de su prematura muerte. Esta última década de producción de Juan Muñoz estuvo marcada por el dominio del espacio, en una concepción neobarroca, y por la recuperación de la figura humana como elemento central de trabajo. Su vocación existencialista, su cualidad emocional y su reivindicación del truco, de la suspensión de la incredulidad, determinaron la ficción como una característica fundamental del arte contemporáneo, avanzando un cambio que será esencial dentro del arte en el siglo XXI.
Todo lo que veo me sobrevivirá de Juan Muñoz
El título de la exposición ‘Todo lo que veo me sobrevivirá‘ corresponde a una cita de la poeta rusa Anna Ajmátova que el artista recogió en sus cuadernos de preparación para la exposición que realizó en 2001 en la Sala de Turbinas de la Tate Modern en Londres. Double Bind, fue una instalación monumental, creada para mostrarse como parte de las Unilever Series, y ha sido considerada una de las obras fundamentales de la escultura contemporánea, constituyendo la cima de la trayectoria de Juan Muñoz. En España pudimos disfrutar esta instalación en los espacios de PLANTA de la Fundació Sorigué en 2017.
Concepto curatorial. La propuesta de Manuel Segade
La exposición está concebida a modo de una instalación de instalaciones, donde la singular arquitectura de Antonio Palacios, con la recuperación patrimonial del ventanal de fondo, se convierte en un teatro barroco de la representación, donde el visitante puede intervenir completando la muestra a modo de escena teatral.
¿Qué obras podremos encontrar en Alcalá 31?
La exposición cuenta con un total de 21 icónicas piezas, fechadas entre finales de los años 80 y 2001, procedentes de varias colecciones, tanto nacionales como internacionales, de museos como el Stedelijk van Abbe Museum de Eindhoven, el S.M.A.K. de Gante o la Fundación Botín.
Entre todas las obras que podrán verse destaca Plaza, pieza procedente del Kunstsammlung K21 Dusseldorf, que no se ha visto en España desde que el Museo Reina Sofía le dedicó en el Palacio de Velázquez la muestra Monólogos y diálogos en 1996. Esta gran instalación -situada en la planta baja del espacio- está formada por un grupo de 27 figuras de 140 centímetros de alto con rasgos asiáticos, muy semejantes entre sí, vestidos de forma similar y sin pies.
En la galería superior encontraremos una selección de esculturas figurativas de la última etapa del artista, que mantienen la magia, lo teatral y la narración de las piezas de la planta inferior. Podremos ver «Two Watchmen” (1993) [Dos vigilantes], “Loaded Car” (1998) [Coche cargado] o “The Crossroads Cabinets” [Vitrinas cruce de caminos].
La muestra continuará en el Museo Centro de Arte Dos de Mayo
Esta exposición tendrá su continuidad en el Museo Centro de Arte Dos de Mayo entre junio y noviembre de 2023. El centro reunirá diversas instalaciones, esculturas, dibujo y pintura de su primera década de trayectoria que se desplegarán en dos plantas del museo para presentar un Juan Muñoz todavía desconocido.
Juan Muñoz
Juan Muñoz (Madrid, 1953 – Ibiza, 2001) pasó un año estudiando arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid antes de decidir huir de la España franquista hacia Londres en 1970. Muñoz pasó a estudiar en la Escuela Central de Arte y Diseño de Londres (1976– 1977); en el Croydon College of Design and Technology, Londres, donde se centró en el grabado (1979–1980); y en el Pratt Graphics Center, Nueva York (1981). Los períodos que Muñoz pasó viviendo en Londres y Nueva York fueron particularmente formativos. Mientras estuvo en Londres, su trabajo se basó principalmente en la interpretación y se interesó progresivamente en un grupo de artistas que estaban trabajando para ir más allá del canon de la escultura tradicional, como Richard Deacon y Bill Woodrow, entre otros.
Al mudarse a Nueva York en 1981, recibió una beca Fulbright. También comenzó su trabajo en escultura y fue fuertemente influenciado por creadores como Philip Guston, Robert Morris, Barnett Newman y Robert Smithson. Muñoz desarrolló una amistad con la curadora española Carmen Giménez, quien le presentó al influyente escultor Richard Serra.
El trabajo de Muñoz ha sido objeto de numerosas presentaciones individuales en los Estados Unidos y Europa. En el año 2000, la Tate Modern de Londres también le encargó que fuera el segundo artista, tras Louise Bourgeois, en hacerse cargo de su Sala de Turbinas. Muñoz pasó meses desarrollando una gran instalación, que se abrió al público en 2001, año de su fallecimiento.
Fechas: Del 14 de febrero al 11 de junio 2023 [Prorrogada hasta el 9 de julio)
Lugar: Sala Alcalá 31, Madrid