Esta semana en un nuevo episodio de #womanarthouse, dedicado a la artista portuguesa Helena Almeida (Lisboa, 1934-2018) que falleció recientemente, y con este hilo se ha querido homenajear su figura.

Helena Almeida se crío en ambiente artístico; su padre era el escultor Leopoldo de Almeida, además cursó la licenciatura en Bellas Artes en Lisboa pero la educación que más la influenció fue la que tuvo lugar en el París de los 60, donde vivió gracias a una beca de la Fundación Calouste Gulbenkian. Cuando volvió a su país natal en 1967 montó su primera exposición individual que subrayaba la relación y el contraste entre los espacios interiores y exteriores. La trayectoria de Almeida se inicia con la escultura, durante los años que trabaja como ayudante de su padre, posteriormente con sus trabajos de pintura en sus primeros años de carrera. Más tarde en la década de los 70 su producción se vuelve hacia la performance, utilizando la fotografía en blanco y negro como medio para plasmar sus acciones artísticas.

Su trabajo artístico está basado en el empleo de la fotografía, en blanco y negro, principalmente, teniendo como objeto a la propia autora en lo que podría considerarse como autorretratos, realizados por su marido Artur Rosa; las fotografías sufren una manipulación posterior al pintarlas, y añadirles objetos tridimensionales o acompañarlas de grabaciones sonoras o de vídeo. Su aproximación al arte es una concepción plástica compleja, que une fotografía, pintura, dibujo y performance. Una de las frases que definirá el trabajo de Helena Almeida es la que ella misma ha afirmado “Mi obra es mi cuerpo, mi cuerpo es mi obra”. Con respecto a las influencias la artista ha esgrimido en una entrevista que se le realizó hace unos años: “–¿Influencias? En la escuela de Bellas Artes, todos; me gustaban todos. Quedé inundada de pintores y de colores. En mi estancia en París visité todo, todo. Fui a la Bienal de Venecia y allí vi la obra de Fontana, el lado oscuro más allá del cuadro. Me marcó.”

En su trabajo, Tela rosa para vestir, 1969, una de las primeras obras en soporte fotográfico realizada por Helena Almeida y es emblemática por su intención al cuestionar los límites del espacio pictórico. Por otro lado en Dibujo habitado, 1975, se trata de una obra que pertenece a una etapa temprana de su producción; combina el medio fotográfico y el dibujo, juega con el espacio real y el espacio virtual, en un cuestionamiento de la concepción dimensional del espectador. Por otro lado, Pintura habitada, 1976 es una de las obras más emblemáticas de toda la trayectoria de Helena Almeida, y una de las más conocidas; la decisión de Helena Almeida de cubrir su cuerpo fotografiado de azul constituya una respuesta a la apropiación pictórica que Klein.

En los 80 y 90, introduce un cambio en el formato y la escala de la figura humana en sus trabajos, casi a tamaño real, reduciendo sus movimientos y su expresión a un contorno negro o sombra, como en los dibujos y las fotografías de la serie Dentro de mí , 1998-5. No obstante no es hasta 1982, cuando fue seleccionada para representar al país vecino en el Bienal de Venecia de 1982, momento en el que comienza a ser reconocida.

En la serie Seducir , 2001-2002, Almeida continua la exploración de su carácter expresivo y de la manifestación física del deseo y la interioridad, muestran la complejidad de un proceso creativo en el que el momento de la fotografía. Mientras que en la serie Diseño , son imágenes donde el objeto, como siempre, es ella, una Helena Almeida de espaldas, de riguroso negro como siempre desde los años setenta en un escorzo extraño, difícil, impactante no solo artísticamente, también para un cuerpo de 80 años cumplidos. Además en esta serie aparecerá Artur Rosa, su marido y el que había estado tras la cámara, ya que es el que realizaba las fotografías de la artista, traspasa esta línea para aparecer con Helena Almeida, donde aparecen atados por los pies. De esta serie la artista comenta: «Surgió. Me golpeó. Tantos años unida a Artur que quería plasmar esa compañía atando nuestras piernas como en esas pruebas de yincana en las que hay que ir de un sitio a otro atados. No tiene otro sentimiento”.

En cuanto a las exposiciones más destacables de los últimos años hay que mencionar las tres siguientes: en 2008, en Fundación telefónica, se realiza una muestra antológica con el título Tela rosa para vestir, en la que un centenar de fotografías, 29 dibujos y un vídeo. Exposición que arranca con la fotografía que da título a la muestra, Tela rosa para vestir (1969). Recientemente, en el IVAM se celebró en 2017 una muestra dedicada a Helena Almeida, Corpus , con 52 obras, entre pinturas, fotografías, vídeos y dibujos, realizados por la artista portuguesa desde los años 60 hasta la actualidad. Una de las últimas muestras está teniendo lugar en Galería Helga de Alvear de Madrid, con la exposición Dentro de mí desde el 20 de septiembre y que estará hasta el 24 de noviembre.

Como último dato se recomienda leer un reportaje muy interesante que realizó El País Semanal sobre la artista en 2015 que cuenta bastante información sobre Almeida y que os dejo por si queréis echar un vistazo: https://elpais.com/elpais/2015/04/21/eps/1429633739_515620.html Helena Almeida falleció el pasado 27 de septiembre, a los 84 años de edad siendo una de las artistas más importantes de Portugal.
La próxima semana en Woman Art House, Encar Martinez (@Unadepiratas) nos hablará de la artista Jana Leo, os esperamos en el hastag #womanarthouse.
Etiquetas: Helena Almeida, WOMAN ART HOUSE Last modified: 14 septiembre, 2023
[…] es parte del movimiento Fluxus, junto a otras artistas presentes en el proyecto WomanArtHouse como Helena Almeida, Esther Ferrer, Yoko Ono o Beth Moysés, todas ellas presentes en la colección del Museo Vostell, […]
[…] exposición que rinde homenaje a dos de los primeros autores que formaron parte de su colección: Helena Almeida y Chema […]