Desde la antigüedad clásica greco-romana el culto a Príapo ha sido una constante del mundo mediterráneo. Esta pequeña divinidad contaba entre sus atributos definitorios con un desproporcionado pene, símbolo de la fertilidad, de la renovación de la naturaleza. Protector de la agricultura y la ganadería estaba considerado como favorecedor de las cosechas y a la vez amuleto efectivo contra el mal de ojo. En un intensivo proceso de iconización a lo largo de la historia, el dios quedará reducido a la imagen de un falo y convertido en símbolo de la exaltación de la vida y de la sexualidad.
Antonyo Marest, inspirado en esta tradición, ha creado 12 piezas únicas y polivalentes que se mueven entre la pintura y la escultura. Un icono que ha sido actualizado mediante su personal concepción arquitectónica del espacio pictórico, en su voluntad de eterno geómetra y ha logrado contener la esencia mediterránea en cápsulas urbanas convertidas en auténticas joyas. Contenedores de luz, de mar, de optimismo y de vida.
Con su personal uso del color que se mueve entre lo simbólico y lo emocional nos transporta, en un viaje de ida y vuelta, desde los frescos de Pompeya y Herculano hasta núcleo de los años 80. La época que vio nacer el arte urbano, la apoteosis del grafiti pero también la gran crisis del sida.
ARTE/VIH
En julio de 1987 el colectivo ACT-UP, de la mano de William Olander, instala un neón en la ventana del New Museum de Broadway en el que aparece un triángulo rosa y la inscripción: Silence=Death. Esta sentencia, crítica demoledora a la incapacidad política de los gobiernos del momento, conmocionará al mundo entero y supone el comienzo de una relación: Arte/Activismo/Sida que permanece hasta nuestros días.
En 1989 Gran Fury lanza la campaña “Kissing Doesn’t Kill: Greed and Indifference Do” (Besar no mata: La avaricia y la indiferencia Si) haciendo patente la enorme potencialidad del arte para hacerse escuchar, como herramienta para la conciencia, como instrumento efectivo para transformar la realidad.
De todos es conocida la tremenda incidencia que el VIH ha tenido en el colectivo artístico habiéndonos privado de un modo trágico y anticipado de grandes creadores de la talla de Keith Haring o Robert Mapplethorpe. y habiendo sido el motor por ejemplo del indispensable trabajo realizado por el cubano Félix González-Torres o el español Pepe Espaliú
EL EVENTO
El Hotel ME Reina Victoria, situado en la Plaza Sta. Ana, 14 de Madrid será el lugar privilegiado en el que el jueves 1 de diciembre y dentro del espacio Lou Lou Disco by LELO, los invitados podrán disfrutar de las obras expuestas en una evento único y exclusivo de 20:00 a 21:30. A partir de esta hora el evento quedará abierto al público.
La exposición se extenderá a la semana siguiente al acto de presentación en el lobby del hotel donde podrá ser visitada de manera publica.
Etiquetas: 80's, Arte Urbano, priapo, SIDA, urban art, VIH Last modified: 25 noviembre, 2016
